Aunque estemos de vacaciones, a veces podemos tener momentos de estrés, ya sea por la llamada de un compañero de trabajo, ya sea por no saber cómo desconectar en vacaciones, es por ello que te enseñamos un pequeño ejercicio de relajación, disfrútalo:

  1. Busca un lugar cómodo y agradable para ti, donde no te interrumpan.
  2. Si te ayuda a aislarte ponte música relajante a un volumen bajo.
  3. Cierra los ojos y respira tranquilamente, nota como entra el aire por tu nariz y sale lentamente por tu boca, solo concéntrate en la respiración.
  4. Repítelo hasta que notes que estas tranquilo.
  5. Después imagina una playa, en una tarde tranquila, el sol calienta tú cara y el mar refresca con su brisa.
  6. Inunda tu pensamiento en esa visión, añade el sonido de las olas acercándose a la orilla.
  7. Concéntrate en lo que sientes, en como sientes la brisa en tu espalda o el olor del mar frente a ti, escucha las gaviotas volando, nota la arena en tus pies y tus manos, no hay nadie a tu alrededor.
  8. Disfruta de esta sensación de calma y paz, no tengas prisa.
  9. Cuando ya estés relajado, poco a poco y sin abrir los ojos, empieza a estirar los músculos del cuerpo: las piernas, los brazos, la espalda, el cuello… y poco a poco ves abriendo los ojos, cuándo estés preparado levántate y disfruta tu día.

Hazlo una vez al día, aprovecha las vacaciones y poco a poco, solo imaginando notarás esa tranquilidad sin necesidad de tumbarte, solo respirando e imaginando