Cuántas veces hemos dicho, pensado, creído,…
- Sin sufrimiento no hay beneficio.
- Para ser feliz tengo que tener mucho dinero.
- El éxito requiere tiempo.
- No puedo fiarme de nadie.
- Los demás siempre tiene más suerte que yo.
- Nunca consigo lo que quiero.
- No puedo lograr lo que deseo.
- Los demás son egoístas.
- No hay forma de superar un mal comienzo.
- Si sale mal se van a reír de mi.
Este tipo de pensamientos son conocidos en Coaching como creencias: las creencias son sentimientos de certeza sobre el significado de algo. Es una afirmación personal que consideramos verdadera ya sea sobre nosotros, sobre los demás o sobre la realidad y en muchos casos son subconscientes. Es por ello, que este hecho explica porque una misma situación con diversas personas, incluidos nosotros, la podemos responder con emociones y acciones distintas, dependiendo claro está de nuestras percepciones e interpretaciones.
Cada uno percibe la realidad de las cosas de formar distinta, debido a nuestros filtros: como nuestra experiencia previa, la educación recibida, valores,….
Las creencias pueden ser limitantes, es decir, que nos impiden crecer, desarrollarnos como personas o alcanzar aquello que queremos. Es aquí cuando entra el papel del coach para trabajar estas creencias que nos bloquean y no nos dejan crecer.
Las creencias limitantes se caracterizan principalmente por:
- Potencian los aspectos negativos (problemas, riesgos y dificultades).
- Asignan fracasos a factores internos (capacidad, culpa) y éxitos a factores externos (suerte).
- Generalizan: todo-nada, siempre-nunca, todo el mundo: todo me sale mal, siempre me pasa lo mismo, nadie nunca se fijará en mí, todo el mundo se ríe de mí.
- Son conectoras: Cada vez que hablo en público me quedo en blanco; sí lo haré, pero ya veremos si me sale bien.
Es importante por ello DESAFIAR estas creencias y hacer el ejercicio de reflexión e incorporación:
- Es posible que…
- Otra opción sería que…
- Puedo…
- Haré…
- La ilusión es más fuerte que el miedo, así que empezaré….
- Terminaré…
- Al menos conseguiré que…
- Ya es hora de que…
Este desafió nos va a permitir:
- Reducir los sentimientos y emociones negativas.
- Mejor la autoestima.
- Cambiar y ampliar nuestra visión y la de los demás y del mundo.
- Aumentar la responsabilidad personal sobre la propia conducta, etc.
¿Cuáles son tus creencias limitantes? ¿Las encuentras? ¿Las puedes desafiar?
Deja tu comentario y cuenta con nosotros para batallar con tus creencias limitantes.
¡Te esperamos!
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