Frecuentemente cuando entramos en un conflicto terminamos convirtiéndolo en algo personal, lo que nos hace perder la perspectiva de los objetivos que perseguíamos. Ante esto, hay que luchar por mantener siempre la objetividad

En situaciones conflictivas es difícil controlarse y un pequeño problema lo convertimos en un problema enorme. Algunas preguntas para formularnos a nosotros mismos podrían ser:
  • ¿Cual era el objetivo de los cazadores?
  • Cuando empiezan a competir entre ellos a ver quien es el mejor… ¿Crees que están pendientes a lo que hace el conejo? ¿Han perdido su objetivo?
  • ¿Quien consigue lo que quiere?
  • ¿Como podían haberlo solucionado?
  • ¿Alguna vez te ha pasado a ti?. Explica una situación en la que no hayas sido capaz de controlarte y al final las cosas no salieron como quería.