Hoy os propongo un buen ejercició que se llama «el giro lingüístico«, es decir,  cambiar las palabras con las que nos hablamos a nosotros mismos,  formulamos nuestros objetivos o nos comunicamos con los demás. El lenguaje configura el pensamiento y este se traduce en unas acciones y actitudes concretas. Los ejemplos que voy a poner apuntan a giros lingüísticos hacia un enfoque más positivo y constructivo.

 

¡Cambia tu lenguaje a favor de ti mismo y de tu crecimiento personal!