1. Relativiza tus propios pensamientos, porque no existe un único punto de vista sobre una situación. Si te quedas encerrado en lo que tú opinas,  te pierderas todo un mundo de opciones.
  2. El orgullo no conduce a ningún fin positivo, por tanto, piensa en el gasto personal que eso conlleva, ¿vale la pena?.
  3. Cuando estés a punto de tirar todo por la borda, debido a tu orgullo, tómate unos minutos para hacer balance y reflexionar los pros y contras.
  4. Nadie es perfecto, ni tu mismo, es por ello que es importante aprender que hemos cometido un error y rectificar, la humildad puede ser una gran aliado.
  5. Potencia la comunicación para llegar a acuerdos y comprender a las otras personas.
  6. Deja tu orgullo y no quedes siempre a la espera de que sea el otro quien haga el paso, aprende y cambia.
  7. Cambia el orgullo por emociones más positivas, deshazte del orgullo para mejorar tu autoestima y tener así relaciones personales y profesionales sanas.

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